Desde un olvidado bunker nuclear en las inmediaciones de santiago centro, a 2000 metros bajo tierra, donde la ilusión, las fallas gramaticales y la hipérbole recobran un nuevo sentido, un espacio de micro-terrorismo musical que escarba en aquellas olvidadas melodías que dan forma a la conexión emocional que sufrimos cada vez que nos enfrentamos a una pantalla de Cine. Entre pedidos, propuestas y rumores de pasillo se arma un cóctel molotov, listo para ser lanzado, que busca incinerar los últimos blockbuster y los grandes clásicos del séptimo arte con el fin de encontrar entre las cenizas aquella canción perdida.
